Cada casa ha sido pensada según los cánones de la arquitectura tradicional, a partir de volúmenes articulados y armónicas proporciones. Un carácter auténtico que se manifiesta en sus paredes enfoscadas, tejados a dos y cuatro aguas, e interiores con vigas de madera vista, paredes en yeso negro, suelos de barro, madera y piedra de granito.
Las casas están decoradas con cariño, para ser vividas, no podemos ocultar nuestro gusto por los espacios confortables y acogedores, por las antigüedades y los objetos hermosos. Nos delata la selección del menaje de cada casa, las vajillas, cristalerías y cuberterías participan de la singularidad de cada espacio, nos gustan los objetos con carácter.
Cada casa tiene su finca particular y un jardín con alberca-piscina. El césped no tiene lugar en un paisaje en el que los veranos son secos y calurosos, atenuados por la sombras de pérgolas y árboles, por el rumor del agua entre las flores de los arbustos y las hierbas del jardín. Incluso de noche el exterior te llama, te invita a salir a contemplar los limpios cielos, cuajados de estrellas.
Más información y reservas en su página web: Las Casas del Naval